"El Alber" nunca llevo bien seguir el camino establecido por sus padres ni por la sociedad y por ello, su leva vital es: "Envejecer es inevitable, madurar es opcional". Ahora, a sus cuarenta y cuatro años se acaba de matricular en la universidad debido a una apuesta que hizo con su padre. El protagonista de Matusalén le ha dicho a su padre que si no aprueba la carrera dejará para siempre el mundo del rap. Una vez en la universidad se da cuenta de que en su vida la falta el amor al volverse a encontrar con Amaia, quien trabaja de locutora de radio y profesora en el centro.