Crítica de SensaCine.com para Háblame: El nuevo y macabro hito del terror

Háblame nos muestra cómo el duelo y el dolor por una pérdida pueden desencadenar la tragedia (en este caso de forma sobrenatural) si no se afrontan de forma adecuada. Lo que hace sorprendente del éxito de esta película es su contraste con la tendencia actual en el cine de terror: donde se innova muy poco y es difícil que se confíe en nuevos talentos (salvo en los recientes casos de Smile e It Follows). Los hermanos Philippou, en cambio, usan las lecciones que aprendieron como creadores de contenido para dar forma a la historia, tomando algunas decisiones arriesgadas durante la producción, que la distinguen de otros productos de género de Hollywood. Hay que tener en cuenta que estamos ante una producción australiana que se ha convertido en todo un fenómeno a nivel internacional.

Estamos ante un filme tiene un nivel de refinamiento propio de los maestros del género, para ser el primer largometraje de sus directores. Tiene buen ritmo y un cuidado trabajo visual -personajes que aparecen ligeramente borrosos, una tenebrosa iluminación, primeros planos agobiantes- que contribuyen a crear un clima perturbador durante toda la película. Otro aspecto a destacar es su sonido, utilizado con gran eficacia: silencios angustiosos que preceden a una escalada progresiva de voces, golpes y estremecimientos que finalmente desembocan en un terrorífico espectáculo de violencia. Y es que los Philippou no se cortan en el grado de realismo en pantalla, con unas imágenes que se quedan grabadas en la mente del espectador.

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