La película habla de una serie de misteriosas muertes producidas en la estación de Rocafort del metro de Barcelona. En la vida real, Rocafort se llegó a considerar una estación maldita, ya que había rumores de cuatro personas quitándose la vida en menos de un mes durante los años sesenta. Además, los trabajadores de la estación transmitían la leyenda de que, cuando esta se encontraba cerrada y vacía, llegaron a ver a través de las pantallas a personas caminando por los andenes.
La película es el nuevo proyecto en la dirección de Luis Prieto, que regresa al un rodaje de un largometraje en España casi veinte años después de Condón Express (2005). Hace poco también hizo su regreso al país con la miniserie Honor (2023), tras años de rodar varias películas en Estados Unidos (Pusher, Kidnap y El engaño).