Una joven y apasionada abogada, conocida por su compromiso con la justicia, se enfrenta a su mayor desafío profesional cuando se le presenta la oportunidad de llevar a cabo el primer juicio canino en siglos.
En este caso histórico, un perro acusado de morder a varios ciudadanos se encuentra ante la posibilidad de ser condenado a la pena de muerte, un castigo que se había dejado de aplicar a los animales desde la Edad Media. A pesar de la incredulidad de muchos, la abogada decide aceptar el caso, convencida de que puede demostrar la inocencia del animal.