En octubre de 1953, cinco jóvenes intentan escapar de la Checoslovaquia comunista hacia Berlín Occidental, pero tras cruzar la frontera son detectados en Alemania Oriental, desatando una masiva operación de persecución con veinte mil efectivos de la policía alemana y el ejército soviético.
Tras una peligrosa huida, dos de ellos son capturados y ejecutados tras ser devueltos a Checoslovaquia, mientras que los tres restantes logran llegar a Berlín Occidental. Aunque alcanzan la libertad, el régimen comunista desatará su venganza sobre sus familias.