En un futuro cercano desaparecen los animales y las plantas de toda la faz de la tierra, y los humanos tienen que vivir debajo de una gran cúpula de plástico. Poder sobrevivir tiene un elevado coste: a los 50 años, se les implanta una semilla que hace que las personas se transformen en árboles para proporcionar oxígeno y alimento al resto de la comunidad.
Stefan, (Tamás Keresztes), un joven habitante, acepta y valida este sistema hasta que su mujer Nóra (Zsófia Szamosi) renuncia a su vida y toma la pastilla antes de tiempo por voluntad propia. Tras este suceso, Stefan decide romper las reglas de la sociedad que le ha tocado vivir para salvarla.