La película La infiltrada (Arantxa Echevarria) está basada en la vida real de Aranzazu Berradre Marín, el pseudónimo que utilizó una policía nacional para infiltrarse durante varios años dentro de la banda terrorista de ETA. Cuando la joven tenía tan solo veinte años consiguió entrar dentro de la banda presentándose como militante del Movimiento de Objeción de Conciencia de Logroño. Durante los años que estuvo dentro de la banda terrorista tuvo que cortar sus lazos familiares para continuar con su fachada, al tiempo que llego a convertirse en la única mujer que vivió en un piso junto a los dirigentes de ETA. Durante su infiltración fue capaza de la desarticulación del comando Donosti en un momento histórico y de crucial importancia.
Todo por la causa
por Andrea Zamora