Juana vuelve con su madre y hermanos a la aldea natal de su padre para enterrarlo, y se enfrenta a un dilema familiar sobre un terreno heredado. Mientras su tío intenta comprarlo para que su hijo recupere la tradición familiar como agricultor, Juana decide quedarse en el pueblo para cumplir el sueño de su padre de construir una casa.
Este sueño frustrado no pudo hacerse realidad cuando su hermano Mateo lo echó de la casa familiar varios años atrás. Esta decisión de seguir el legado de su padre pondrá a prueba su determinación y su entendimiento del significado del hogar.