Billy Summers es un asesino a sueldo con un código moral: sólo acepta trabajos donde las víctimas son personas realmente malas. Después de muchos años en el negocio, y tras haber sido uno de los francotiradores más letales en la guerra de Irak, Billy está listo para retirarse.
Sin embargo, antes de salir, le ofrecen un último golpe que no puede rechazar, y aunque planea ejecutarlo con su precisión habitual y desaparecer como lo ha hecho tantas veces, algo en esta misión no es como suele ser, lo que descoloca a Billy.