La existencia carece de todo sentido para Nicolas (Henry Golding) tras perder a su novia Daniela (Beatrice Grannò). Un buen día decide formar parte de un ensayo clínico con el que conseguirá controlar sus sueños y entra con el deseo de salir adelante. Ahora Nicolas puede soñar con Daniela cada vez que duerme y retomar su relación, más perfecta que nunca. Aunque sea en sueños. Y corriendo el riesgo de perderse en ellos para siempre.