Lola tiene una vida de lo más apacible junto a su novio Bruno, hasta que inesperadamente ella queda embarazada, lo que trastoca todos sus planes. Aunque ella nunca se había planteado antes el tema de la maternidad y cree que no va con ella, ahora se siente en un brete por las expectativas sociales y se enfrenta a sus miedos más profundos. Durante los tres días que tienen que esperar hasta que llegue su cita en la clínica, la joven habla con su familia y allegados para tratar de reafirmarse en su decisión. Bruno tampoco se había imaginado nunca como padre. Hasta ahora.