Cuando esta película se anunció, se esperaba algo que aplastara a La Sirenita (2023), pero el resultado en realidad no es el esperado. Ya se podía deducir fácilmente que se trataría de una película simple, pero el diseño de Chelsea hizo que tanto el público como DreamWorks cantaran victoria demasiado pronto. Al final la audiencia es la que estuvo equivocada al depositar muchas esperanzas en esta película. La aceptación del público fue buena en parte, pero la taquilla con muy justa razón dice lo contrario. Se trata de una película que intenta usar la fórmula de Shrek parodiando a La Sirenita, pero al ver la película y analizar el guion, está claro que la realizaron centrándose solamente en la competencia con Disney en lugar de centrarse en hacer una película de estupendo calibre. La animación y la calidad visual de la película son buenos con una pinta colorida bastante llamativa. El diseño de los personajes es mayormente cuestionable. Ruby y Chelsea son las únicas que se roban gran parte de la película y tienen bastante personalidad, aunque al igual que los demás personajes, carecen de más desarrollo. Los padres de Ruby hacen poco y solo la madre y la abuela muestran un poco de interés. Los amigos y el interés romántico de Ruby no son nada más que personajes de relleno. Los chistes son mayormente forzados, al igual que la comedia, haciendo que pocas risas surjan. El concepto de la película muestra un cierto potencial para ser una parodia al estilo de Shrek, pero no es aprovechada al máximo, ya que se siente que aún tenía más que ofrecer. Presentar una sirena como antagonista es un regreso a los oscuros antecedentes de la mitología de las sirenas, ya que en un inicio no eran seres amigables. Convertir a los Krakens en seres amistosos es una vuelta de tuercas que le da a la película una cierta frescura. A pesar de que Ruby tiene un diseño decente, es poco creíble que su apariencia normal sea su apariencia humana y que nadie sospeche que ella es un Kraken. Eso genera una especie de conflicto contradictorio con el ambiente de la película. La trama es simple y hasta predecible, mayormente con su argumento que es estilo de película adolescente. Tiene algunas buenas secuencias como la batalla final, pero se siente que aún faltaban más escenas que incorporar y más desarrollo que agregar. Ruby Gillman, Teenage Kraken es algo entretenida para disfrutar en familia, pero es una película muy simple y olvidable. Eso hace que todos los que endiosaron esta película, sin haberla visto primero y usándola para burlarse de Disney, no sean otra cosa más que unos descerebrados ingenuos que solo perdieron el tiempo actuando como niños. La realidad es que esta película no merecía ser un éxito porque es inferior a La Sirenita (2023) y todo aquel que diga lo contrario carece de verdadero conocimiento cinematográfico. Mi calificación final para esta película es un 6/10.