Asmae, una joven cineasta marroquí, viaja a Casablanca para ayudar a sus padres a mudarse. Cuando llega a la casa de su infancia, empieza a ordenar sus cosas viejas. De repente, Asmae se topa con una fotografía: niños sonrientes en el patio de una guardería. Casi fuera del encuadre hay una niña sentada en un banco que mira tímidamente a la cámara. Esta foto es la única imagen de su infancia, el único recuerdo que su madre pudo darle. Pero Asmae está convencida de que ella no es la niña de la foto. Con la intención de conseguir que sus padres hablen, Asmae introduce su cámara y juega con este incidente íntimo para conjurar otros recuerdos en los que tampoco cree. La foto se convierte en el punto de partida de una investigación en el transcurso de la cual la directora escudriña todas las pequeñas mentiras que su familia le ha contado. Poco a poco, Asmae explora los recuerdos de su barrio y de su país.