Durante un día de verano en Seúl, la actriz Sangwon se instala en casa de su buena amiga Jungsoo y su gato, Mío. Allí se reencuentra con su prima Jisoo, quien desea empezar una carrera en la interpretación siguiendo sus consejos. Paralelamente, al otro lado de la ciudad, el poeta Hong está intentando dejar, con mucha dificultad, el alcohol y el tabaco, al tiempo que recibe la visita de dos estudiantes que tienen preguntas muy serias sobre la vida y el arte. Mientras el día avanza, las conversaciones fluyen y se comparten los pequeños placeres cotidianos, van aflorando las casualidades.