En la película se explora la aceptación de la muerte como un paso importante hacia la madurez. Está centrada en la generación millennial, y la historia se desarrolla alrededor de varios jóvenes que enfrentan la realidad de la vida y la muerte mediante sus experiencias del día a día, muchas de ellas con la tecnología como punto principal.
La narrativa gira entorno a los jóvenes, sus relaciones y la manera en la que cada uno de ellos gestiona el duelo y el paso hacia la adultez. Conforme avanza la trama, se tratan temas como la desconexión emocional, la pérdida y lo que significa la vida en un mundo en el que predominan las pantallas.