El filme narra la historia del científico surcoreano Hwang Woo-suk, que en 2004 engañó a la comunidad internacional al hacer creer que había clonado células madre de embriones humanos. Durante casi dos años, Woo-suk prosiguió con su engaño, y el gobierno de su país le puso al frente del primer banco mundial de células madre, otorgándole millones de dólares para continuar sus investigaciones. A finales de 2005 fue cuando se destapó el fraude, causando una gran conmoción.