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    Heretic (Hereje)
    Críticas
    4,0
    Muy buena
    Heretic (Hereje)

    Si Jigsaw fuese teólogo

    por Tomás Andrés Guerrero

    Heretic, dirigida y escrita por Scott Beck y Bryan Woods, es una película que sorprende por su enfoque único dentro del género de terror. Aunque los cineastas han trabajado en proyectos más convencionales, como Un lugar tranquilo y 65, aquí logran algo diferente, presentando una historia que explora temas profundos como la religión, la música y hasta los juegos de mesa. El filme sigue a dos misioneras mormonas atrapadas en la casa de un hombre mayor, interpretado magistralmente por Hugh Grant, que ofrece un villano inquietante. Las actrices Sophie Thatcher y Chloe East transmiten una creciente sensación de terror, mientras la película mantiene al público cautivo con su atmósfera intrigante y su inteligente desarrollo.

    La intención de los cineastas de usar el diálogo como herramienta para generar tensión es evidente desde el principio. La mayor parte de Heretic se desarrolla como una obra de teatro de tres personajes, donde Thatcher, East y Grant discuten sobre creencias religiosas y fe en la casa del Sr. Reed, mientras intentan descifrar el extraño juego del anciano. La película aborda temas religiosos, desde dioses egipcios hasta la poligamia en la iglesia mormona, de una manera ingeniosa y entretenida, intercalando momentos de humor que alivian la creciente tensión. La dirección multifacética de Beck y Woods, acompañada de un diseño de producción meticuloso, mantiene a la audiencia en constante suspense, creando un ambiente lleno de detalles inquietantes y una atmósfera tensa.

    Heretic se desarrolla principalmente dentro de la inquietante casa del Sr. Reed, aprovechando al máximo el espacio reducido pero vasto. Los ángulos de cámara engañan nuestra percepción mientras exploramos las habitaciones llenas de detalles inquietantes y puertas ominosas. La iluminación tenue crea una atmósfera de tensión constante. La casa, como un laberinto, refleja la confusión de la trama, donde el villano plantea un extraño "juego" religioso para las dos misioneras mormonas. Hugh Grant ofrece una actuación memorable como el villano, amenazante y desconcertante. La película introduce violencia sombría en su tercer acto, pero mantiene su enfoque en el análisis de la fe y las creencias, mientras explora cómo el mundo y sus amenazas afectan a las mujeres jóvenes.

    El filme ofrece todo lo que se puede desear en una película de género, combinando perfectamente el suspenso, la tensión y el horror psicológico. Desde el inicio, la película logra sumergir al espectador en una atmósfera opresiva de encierro, donde el espacio limitado de la casa del Sr. Reed se convierte en un elemento fundamental que intensifica la sensación de claustrofobia. A medida que avanzamos en la trama, la inquietud crece, especialmente en torno a las misteriosas intenciones del villano, cuyas acciones parecen estar siempre un paso adelante, desorientando a las protagonistas y al público. Los giros de la trama están cuidadosamente colocados, manteniendo el interés sin caer en lo predecible. Los guionistas y directores saben perfectamente cuándo cambiar de rumbo, utilizando cada momento para sumar tensión y mantener al espectador en vilo. Esta capacidad para manejar el ritmo y la dirección hace que el filme fluya de manera fluida, y todo se cohesiona de manera brillante hacia el final, ofreciendo una conclusión que deja una sensación duradera.

    La película no solo se limita a ser una obra de terror convencional, sino que también provoca una reflexión profunda sobre la fe, las creencias y las dinámicas de poder. Su habilidad para mantenernos cautivados y, al mismo tiempo, inquietos, crea una experiencia única dentro del género. Sin duda, Heretic es una de esas películas que generará numerosas conversaciones entre los espectadores, tanto por su enfoque innovador como por la intensidad con la que juega con las emociones y expectativas del público.

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