Robert acaba de salir de la cárcel, donde estuvo condenado por corrupción. Durante su encarcelamiento murió por un accidente Alberto: un gran amigo de la infancia que ha llevado una vida muy diferente a la suya. Alberto era hermano de una farera del País Vasco, Mónica, que acude a recoger a Robert a su salida de la cárcel para ir al faro y tirar al mar desde la torre las cenizas del fallecido. Pero para que las cenizas caigan al mar han de esperar a que sople el viento sur. El empresario y la farera conviven durante varios días en el faro bajo la sombra del amigo y hermano muerto.