El director Nacho G. Velilla, que ejerce también de co-guionista, llevó el rodaje a su Zaragoza natal para narrar una historia de superación inspirada en un caso real, donde un profesor jubilado enseñó a un grupo de estudiantes a jugar al ajedrez y estos llegaron a competir en el campeonato de España.
En palabras del director, la película no es una historia sobre ajedrez, sino de superación. "No hay nada que te toque más el corazón que unos personajes comunes sobreponiéndose a situaciones extraordinarias".