Eladio trabaja como guarda de una finca en la región de Andalucía. Una zona marcada por un clima árido, por el continuo aislamiento y por vínculos con los dueños que se remontan a generaciones pasadas. Un día, recibe el soborno de un cazador, para que le deje cazar a gusto en los terrenos que custodia. Lo que parecía un esperado vuelco favorable para Eladio se convierte en toda una pesadilla, ya que le toca vivir un macabro descenso a los infirnos donde su cordura se verá puesta a prueba más allá de sus límites.