A los hermanos Polo, cineastas detrás de Pequeños calvarios, se les ocurrió esta serie de historias interconectadas a partir de algunas historias sobre manías y obsesiones que su padre psiquiatra les contaba de algunos pacientes.
La película ha sido rodada en varias localizaciones de la Comunidad Valenciana, principalmente Valencia, Castellón, Benicasim y Benidorm.
Además de financiación española, la película ha contado con el apoyo de productoras alemanas y mexicanas.