Michelle es una abuela en plena forma en todos los aspectos, que disfruta de una merecida y tranquila jubilación en un pequeño pueblo de Borgoña, donde también vive Marie-Claude, su mejor amiga.
Para el día de Todos los Santos, su hija Valérie le hace una visita para dejarle a Lucas, su hijo, durante la semana de vacaciones escolares del pequeño. Sin embargo, nada ocurrirá como estaba pensado. Valérie pierde completamente la confianza en su madre, que tendrá que luchar y demostrar que la acusa injustamente.