Cuando Meg encontró a Kevin en París
por Virginia MontesHe aquí una comedia romántica que funciona. Lawrence Kasdan, excelente director de títulos como 'Fuego en el cuerpo' (1981), 'Reencuentro' (1983) o 'El turista accidental' (1988), firmaba su película con espíritu más comercial pero sin perder ese toque de distinción que siempre le ha caracterizado, consiguiendo crear casi un clásico instantáneo.
La química entre dos actores tan opuestos como Meg Ryan y Kevin Kline, fue sin duda una de las cosas más importantes que se dieron para que funcionara la película. Ambos saben manejar a la perfección el lenguaje verbal y no verbal frente a la cámara, de forma que entre equívocos y disparates varios, entre conversaciones disparatadas y demás escenas de guion, se va colando un inevitable cariño por los personajes. El choque cultural también es una de los principales atractivos, así como el ambiente parisino en el que se mueve el amor y el desamor de los personajes.
Pero lo más importante, es que la película tiene clase y encanto. A veces no se sabe cómo puede llegar a suceder que la historia más anodina se convierta en un caramelo irresistible.
A favor: Los actores.
En contra: Que en algún momento baja el nivel levemente.