A Gabriel todo el mundo le conoce con el apodo de Tarado. Es un ex-boxeador que, tras pasar unos años en prisión, decide llevar una vida tranquila. Ahora vive en una aldea retirada junto a su padre y a su perro. Claro que, los viejos fantasmas siempre vuelven, y pronto tendrá que hacer frente a un grupo de mafiosos con oscuros propósitos y unos matones que están buscando una bolsa de dinero robado. Para sobrevivir, Gabriel tendrá que utilizar su mejor arma: dar hostias como panes.