La vida de Isabel cambia de manera inesperada cuando su hija Madalen le solicita que visite con frecuencia a Ramón, quien está enfermo. Después de quince años sin contacto con su exmarido, un hombre que ahora le resulta un extraño a pesar de haber sido familia durante años, Isabel empieza a sentir de nuevo resentimientos que pensaba haber superado. No obstante, al acompañar a Ramón en su momento más vulnerable, Isabel logra ver con una nueva perspectiva el fracaso que vivieron juntos y se enfoca en el presente de su propia vida.
La espera y la muerte
por Andrea Zamora