El filme ofrece una visión profunda y provocadora sobre una religión que ha desafiado convenciones durante más de cincuenta años. Dedicada a la exaltación de la carnalidad y el individualismo, la Iglesia de Satán coloca a Satán como símbolo central de rebelión y autoafirmación.
La película explora las raíces filosóficas de esta religión, sus creencias y la manera en que sus seguidores ven al mundo, rompiendo con las nociones tradicionales de espiritualidad y moralidad. A través de un enfoque íntimo y visualmente impactante, el filme retrata la vida cotidiana de los satanistas contemporáneos.