De ángeles, familia y beisbol
por Rodolfo SánchezEl cineasta William Dear se especializó –con algunas excepciones ocasionales e igual de olvidables que el resto de sus películas- en obras destinadas a un público juvenil-infantil –el abanico de edad varía de unas películas a otras- con un interés bastante bajo por no decir que completamente nulo, como se puede apreciar en Ángeles, producción con varios actores adultos conocidos que ponen su profesionalidad al servicio de una historia de toques fantástico-religiosos empalagosos que tienen el fin último de conseguir que un niño gane un campeonato de beisbol –tema recurrente en la filmografía de Dear- y que pueda reencontrarse con su verdadera familia. Así, unos ángeles decidirán ayudarle en esta comedia familiar de sobremesa y poco más. Posiblemente, a los niños, les hará algo de gracia el disparate, que de puro desconcierto llega a tener su gracia. El problema es que esta se evade a la mínima que uno piense seriamente sobre aquello que está viendo.
A favor: Es complicado encontrar algo a favor salvo la profesionalidad de unos actores que aun haciendo el ridículo intentan no hacerlo.
En contra: Que el disparate dura casi dos horas…