En la Australia de la década de 1970, la existencia de Grace está profundamente afectada por la adversidad y la pérdida. Tras la disolución de su familia y la separación de su hermano gemelo, Gilbert, Grace encuentra consuelo en la colección de adornos de caracoles, una actividad que le ayuda a mitigar su soledad. Su vida toma un giro esperanzador cuando entabla una amistad con Pinky, una anciana excéntrica que la motiva a abrirse al mundo y a dejar atrás las preocupaciones que perturban su hogar y su mente.