Ana (Sofía Clausen), de 14 años, vive con su padre Javier (Pablo Seijo) en Buenos Aires. Durante las próximas vacaciones de invierno, Ana nota de repente un cambio en su brazo, que tiene una placa de metal desde un accidente. Impulsos rítmicos recorren de repente la placa metálica y al principio piensa en signos musicales para componer música. Pero cuando se encuentra con un soldado en la calle, se da cuenta de que podría tratarse de código Morse. Para descifrar los códigos enviados, se adentra cada vez más en un laberinto de mensajes secretos, descuidando la relación con su padre y su mejor amiga Lepa (Lina Ziccarello) y preguntándose cada vez más a quién van dirigidos estos códigos y qué significan en realidad.