Cultivadores de culto
por Nestor HidalgoNacida (o supurada) en la estela del show 'The Idiot Box' que Alex Winter y Tom Stern tenían en la MTV, 'La disparatada parada de los monstruos' no ha quedado sólo como una de las mejores y más locas comedias de los 90, irreverente parodia de 'Freaks' (Tod Browning, 1932) o memorable traslación de los preceptos humorísticos de la revista 'MAD' al cine hipersaturado de gags de los Zucker-Abrahams-Zucker, sino también como un claro exponente de látex y goma de un tipo de cine fantástico-juvenil sin miedo a la hibridación de géneros o el vértigo argumental que cada vez ha tenido más difícil existir en el Hollywood de los 'test screenings' y estudios de mercado.
Claro que la anarquía creativa de Winter y Stern, sumada a la colaboración de Tim Burns en el guión también eran de lo más heterodoxo en su época, pero la cantidad de recursos destinados a complicar y enrevesar con efectos especiales chistes entre lo estúpido, lo psicotrópico y lo metalingüístico merecen ser valorados por su consagración a la chifladura absoluta.
A favor: Su combinación de humor absurdo y efectos especiales pirtotécnicos la emparentan con el cásico 'Loquilandia' (H. C. Potter, 1941).
En contra: ¿Cómo demonios no es más conocida y goza de media docena de ediciones especiales en dvd y Blu-ray?