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    ¿Es el enemigo? La película de Gila
    Críticas
    4,0
    Muy buena
    ¿Es el enemigo? La película de Gila

    La guerra no es graciosa, pero no reírse es una faena

    por Andrea Zamora

    Hacer que lo difícil sea fácil es un superpoder. Miguel Gila lo tenía. El popular humorista provocó carcajadas con uno de los escenarios más crudos, violentos, tristes, brutales y extremos del mundo: la guerra. Al descolgar el teléfono para hablar con el enemigo y pedirles, por favor, si podían retrasar el ataque para no coincidir con el fútbol, lo último en lo que se pensaba era en los horrores de un conflicto bélico. Quizá por eso, ¿Es el enemigo? La película de Gila, resulta tan inesperada y desconcertante. Una tiene las expectativas puestas en las bromas y las risas, pero el filme es un golpe de crueldad con un protagonista que hace de bálsamo en la barbarie.

    Leer la crítica completa: '¿Es el enemigo? La película de Gila': La guerra no es graciosa, pero no reírse es una faena | San Sebastián día 6

    ¿Es el enemigo? La película de Gila no es solo una comedia. El director Alexis Morante cuenta el peor momento de la vida de Miguel Gila, cuando entre los 17 y 20 años, vivió la Guerra Civil española. Como miembro de las Juventudes Socialistas, se unió a la lucha, dejando atrás el hogar de sus abuelos. En el conflicto, experimentó todo tipo de miserias: la muerte de amigos, el horror de las batallas, un fusilamiento y la prisión. La diferencia entre Miguel y sus compañeros de batalla es su visión del mundo y el uso del humor como arma, porque aunque la guerra no es graciosa, no reírse es una faena.

    La película de Morante juega despiadadamente con los contrastes. ¿Es el enemigo? La película de Gila es violenta y cruel, como lo son las guerras. Y ya está. No hay edulcorante que valga. Sin embargo, en medio de tanta muerte, soledad e incertidumbre, Miguel alivia un poco el corazón con sus ingeniosos comentarios y ocurrencias. Óscar Lasarte interpreta al cómico con mucho carisma, transmitiendo esa sensación de bondad y optimismo que Gila irradiaba en el escenario. Por eso también hay mucha benevolencia y amabilidad en el largometraje de Morante, aunque a veces se pasa de frenada y se vuelve algo cursi y facilón.

    ¿Es el enemigo? La película de Gila es un homenaje a la empatía y la generosidad a través de la risa, de hacer sentir bien al otro y de acompañar en los momentos más difíciles. A diferencia del humorista, esta película inspirada en él emociona más en los ojos que en la boca. Hay un tono muy solemne y más lágrimas que risas.. Ver un monólogo de Gila después de esto adquiere un nuevo significado. He hecho la prueba: sigue siendo muy divertido, pero mucho más poderoso.

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