Crítica de SensaCine.com para La tribu de los Krippendorf: Emic y etic de la chorrada

Pese a tratarse de una comedia de naturaleza familiar, en la línea de las propuestas habituales de Touchstone Pictures durante los 90, 'La tribu de los Krippendorf' trata de manera divertida ciertos temas acerca de la representación fílmica y la investigación etnográfica que resultan difícil de imaginar en una película comercial de Hollywood. La rivalidad entre dos antropólogos (Richard Dreyfuss y Lily Tomlin, muy bien amoldados al tempo humorístico de sus personajes) provoca que el primero de ellos se invente el descubrimiento de una tribu desconocida de Nueva Guinea: los Shelmikedmu. En realidad, inspirados en sus propios tres hijos, a los que ha criado él solo desde el fallecimiento de su mujer.

La farsa del profesor Krippendorf (Dreyfuss) va creciendo y complicándose a medida que hace a sus hijos partícipes, disfrazándolos como indígenas para grabarlos en películas de 16 mm. realizando rituales de su invención. Entre una sucesión de chistes con tendencia al humor picante y facilón se puede extraer una afilada crítica a los procesos de construcción de la mirada occidental hacia otras civilizaciones a través de los documentos etnográficos. A través de la exageración de la farsa y el humor soez se puede potenciar la reflexión sobre un problema de mirada y enunciación que ha preocupado a etnógrafos y antropólogos durante décadas.

A favor: Richard Dreyfuss, Lily Tomlin y Jenna Elfman, con el punto justo de neurosis en sus papeles.

En contra: El humor grueso y facilón.