Testosterona al ralentí
por Paula Arantzazu RuizLa película que le abrió las puertas de Hollywood a John Woo fue también el único trabajo conjunto del cineasta de Hong-Kong y el actor belga Jean-Claude Van Damme. Los dos venían de recoger una cosecha triunfante gracias a ‘Hard Boiled' (1992) y ‘Soldado Universal' (Roland Emmerich, 1992), y todo apuntaba a que su colaboración sería tan explosiva como la carrera que ambos tenían a sus espaldas. Y así fue. Producida entre otros por Sam Raimi, ‘Blanco humano' supuso para Woo una decepción por la poca libertad creativa que sintió que tuvo durante el rodaje, mientras que Van Damme jamás perdonará que su carrera no fuera a la par que la del cineasta hongkonés. Rencillas aparte, la cinta se beneficia del talento de ambos, el cine y las patadas, y ofrece una incursión en los bajos fondos de Nueva Orleans acompañada de un poético desfile de patadas voladoras, ralentís y palomas al vuelo. Y cuenta, además, con uno de los mejores villanos de la filmografía de Van Damme, Lance Henriksen, probablemente el actor secundario más activo durante los años 90 y 2000.
A favor: La película consigue el extraño equilibrio perfecto entre Van Damme y Woo. El montaje es, además, magistral.
En contra: El look de Van Damme es de taparse los ojos.