Lee Van Cleef debutó en el mundo del cine con esta película, aunque lo hizo de una manera silenciosa, ya que no tiene ni una sola palabra de diálogo.
Tras diez días de ensayo, la película se rodó en veintiocho.
Gary Cooper se convirtió en un buen amigo para Carl Foreman durante el rodaje y los dos mantuvieron la relación hasta la muerte de Cooper.