Estelle Rolfe (Anne Bancroft) es una mujer enérgica y luchadora, con un divorcio a la espalda y acompañada de su hijo Gilbert (Ron Silver), quien se encarga de su cuidado cuando ésta se entera de que tiene un tumor cerebral. Este desagradable acontecimiento supone para Estelle un cambio radical en cuanto a aspiraciones y deseos se refiere. Tan solo unos cuatro o seis meses son los que la separan de la vida que tanto aprecia, y por ello su deseo antes de morir es conocer a su ídolo Greta Garbo: La divina. Es a partir de este momento cuando su hijo intenta satisfacer lo anhelado por su madre, llevando a cabo múltiples peripecias para poder contactar con la aclamada actriz. De esta forma, ambos verán cómo esa búsqueda acaba transformando sus vidas pasadas en otras más ricas e interesantes.
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