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Sinopsis
Todos los publicos
Cada viernes, el coronel, vestido como tal, espera en el andén de la estación, la carta que debe anunciarle el pago de la pensión que se le prometió. Todos los habitantes de su pueblo saben que espera en vano. Hasta su mujer lo sabe. Pero el coronel continúa negando la evidencia. En su casa, se pasa hambre. Su mujer parece un saco de hueso y además sufre contínuos ataques de tos. Contra la miseria, contra el hambre, contra su mujer que pregunta sin cesar: "¿qué comeremos?", la respuesta del coronel desde hace veinte años es: "¡comeremos mierda!"
La Crítica de SensaCine
3,5
Buena
El Coronel no tiene quien le escriba
Esperando la paga
por Xavi Sánchez Pons
No es casualidad que de entre todas las novelas de Gabriel García Márquez, Arturo Ripstein eligiera El coronel no tiene quien le escriba para trasladarla al cine. Se trata de la obra que está más alejada del realismo mágico del autor de Cien años de soledad, y se acerca más al imaginario decadente y realista del director mexicano. De hecho, es tal similitud de mundos, que a la media hora de proyección, la frontera entre el de Ripstein y el de Márquez se difumina, y el filme se convierte en un todo en el que es difícil discernir a quién pertenece cada elemento. Lo más destacable de esta inspirada adaptación es su textura casi fantastique. La ambientación casi gótica de la casa del Coronel y su esposa; la fotografía, a ratos de colores irreales, de otro mundo, descoloca al espectador repetidas veces; o la imagen fantasmagórica del Coronel acudiendo cada viernes al embarcadero en busca del