A la hora de elegir el reparto, Achero Manas dijo: "Miré detenidamente a personajes de la calle, en las universidades públicas, en los centros de apoyo de la Comunidad de Madrid, y elegí niños sin experiencia, cuyo aspecto y comportamiento podía asemejarse con el del personaje de la película".
Achero Mañas comentó acerca del valor simbólico del juego de las vías: "es una forma de mostrar que los chavales están siempre ávidos de emociones, llenos de vitalidad; si los mayores no tenemos la capacidad de saciar ese tipo de emociones, canalizándolas de alguna manera, los niños buscarán esas emociones fuertes donde sea y, posiblemente, en lugares peligrosos".
Después de varios cortometrajes y algunas películas como actor, Achero Mañas escribió y dirigió su primer largometraje, El Bola (2001).