Se hicieron tres o cuatro copias del vestido blanco que llevaba Marilyn Monroe para poder adaptar la prenda a su cuerpo. En ese momento sufría de varias enfermedades que le provocaban retención de líquidos además de sufrir un aborto involuntario durante el rodaje.
Marilyn Monroe recibió el 75% de los beneficios de la película, tal y como se había acordado con su propia compañía de producción.
Se trata de la única película que Marilyn Monroe hizo fuera de los Estados Unidos.
La producción de la película sirve como telón de fondo para Mi semana con Marilyn (2011), protagonizada por Michelle Williams, Eddie Redmayne y Kenneth Branagh.
Laurence Olivier terminó tan cansado del difícil comportamiento de Marilyn Monroe que practicamente abandonó su carrera como director y no regresó hasta 1970 para rodar Tres hermanas (1970).
La película estaba planteada en un principio para que fuera un musical hasta que el entonces novio de Marilyn Monroe, Arthur Miller, la convenció para abandonar las canciones.