Realismo bélico
por Israel ParedesDespués del éxito de 'Gladiator', y en el mismo año en que rodara 'Hannibal', Ridley Scott, con Bruckheimer como productor de por medio, rodó 'Black Hawk derribado', película bélica con la que cambiaba, aparentemente, de registro fílmico al apostar por un estilo muy directo, de cámara en mano nerviosa y con un montaje frenético, algo a lo que no es ajeno al cine de Scott pero que en este caso adquiere cuotas elevadísimas.
En 'Black Hawk derribado' hay algo de esa moda de comienzos de los 2000 por un estilo ficcional pero de aliento realista, es decir, una patente ficción que, sin embargo, se visualiza como si de un documental se tratase, como si las imágenes que vemos fueran reales y no creaciones. Pero también hay diversidad de puntos de vista, algo que rompe, evidentemente, con la mirada documental (normalmente, única y directa). Por tanto, Scott se mueve entre estas dos posibilidades siempre con un frenesí visual de imágenes que apenas dejan ver lo que muestran ni permiten, en su celeridad, que el espectador pueda concretar cuál es su mirada o cuál le interesa de las distintas que el cineasta plantea. Evidentemente, hay una planteamiento tras esto consistente en querer mostrar unos sucesos casi con la misma rapidez y suciedad con que acontecieron, pero falla en tanto a que los personajes no dejan de ser meros rostros más o menos conocidos que pululan frente a la cámara sin alma ni corazón y apenas personalidad, siendo imposible la empatización emocional. Y, por tanto, todo el drama bélico se pierde en una simple película de acción más o menos llevadera dependiendo del día y la paciencia de cada cual.
A favor: Que la película avanza tan rápidamente que incluso los más que excesivos y criminales 144 minutos de duración pueden llegar a hacerse cortos.
En contra: La falta de trabajo dramático con los personajes y la zozobra de las imágenes.