Sandrine Bonnaire acudió al centro de cuidados paliativos cercano a La Gardanne, para aprender lo que su personaje debía hacer para aliviar a los enfermos. La actriz contó su experiencia: "Hablé con los médicos y enfermeras. Para el aseo, por ejemplo, hay que tener en cuenta ciertos aspectos muy específicos, la manera de levantar a un enfermo, de lavarle".
En el final, Jacques Dutronc canta al lado de Sandrine Bonnaire la canción de Mouloudj (Un día, verás). El propio actor explica: "No pensaba cantarla en la película, pero cuando Jean-Pierre Améris la escuchó antes del rodaje, dijo que la quería dentro. No comprendí muy bien por qué. Ahora reconozco que le da una dimensión muy diferente a la película".
Jean-Pierre Améris se basa libremente en la novela de Marie de Hennezel, La muerte íntima. La psicóloga y novelista afirma que "el libro responde en parte a una cuestión personal que llevaba tiempo rondando mi cabeza: ¿qué pasa en esos momentos finales, decimos las palabras jamás pronunciadas, hacemos los gestos que nunca nos hemos atrevido a hacer, antes de que sea demasiado tarde?".