Durante el rodaje, John Wayne se encontraba enfermo de cáncer de pulmón. Dos meses después de que terminase de rodarse la película, le extirparon el pulmón izquierdo y varias costillas. A pesar de la tremenda tos que tenía, continuó fumando cinco paquetes de cigarrillos durante sus rodajes.
Las secuencias navales de batalla se hicieron con maquetas casi tan grandes en escala como los barcos originales (para mayor detalle).