Una familia americana, compuesta por el doctor Ben MacKenna (James Stewart), su mujer (Doris Day) y su hijo Hank, está pasando unas vacaciones en Marruecos. Tras la muerte de un espía en brazos de Ben, mientras visitaban el mercado de Marrakech, el matrimonio descubre que su hijo ha sido secuestrado. Sin saber en quién confiar, los MacKenna se ven envueltos en una angustiosa pesadilla que tiene que ver con una operación de espionaje internacional.
Uno de los mejores remakes de la historia, la de 1934 ya me gustó bastante pero esta la supera con creces. La dirección es magistral, la historia es narrada de manera fluida y con un ritmo muy bueno. Un guión magnífico con unos personajes fascinantes, en especial el de Doris Day de la que ya hablaré. La calidad técnica de la dirección de verdad que es impresionante, en la parte del Royal Albert Hall utiliza tantos planos que hasta te pierdes contando. Pero mi escena favorita es la de la habitación mientras se preparan, un travelling impresionante que describe a la perfección ese vínculo que tienen madre e hijo a parte de toda la belleza que emana la familia; clásica y de ensueño, Doris Day cantando en esa escena 'Que será, será', canción que luego será clave en la trama, una preciosidad de escena casi de cuento, con unos encuadres brutales y que rezuma maestría.
Hablando de encuadres, me encanta cuando está James Stewart discutiendo con el hijo del dueño de la tienda de taxidermia, rodeados los dos de animales disecados y donde al enfocar a James Stewart (el cual tiene enfrente al hijo del dueño) se ve la silueta de un tigre disecado que emula el perfil del otro, un simple detalle que alerta sobre el peligro, y que ya te va poniendo en situación de lo que va a pasar a continuación, Hitchcock es maestro en esto, detalles que te coloca en la pantalla que ya van anticipando el futuro.
James Stewart como siempre impresionante, un actor clásico y de método que acumula decenas de clásicos, y con lo difícil que es sobresalir estando este hombre en la obra, Doris Day logra en cierto modo opacar un poco a J. Stewart, gracias tanto a su actuación, la cual no era fácil en un papel con numerosos registros y encima complicados, y también gracias a un personajazo.
Doris Day interpreta a una de las mujeres más "asexuadas" que haya aparecido en la filmografia Hitchcockiana, lejos de la imagen de rubia fria por fuera pero llena de pasión que seduce al protagonista y al espectador que tanto nos ha traído. Vemos en cambio a una mujer al más estilo conservador americano, una mujer con una carrera musical prometedora que por el peso de los convencionalismos sociales ha renunciado a ella para centrarse en su rol de madre y fiel esposa. Vemos pues una mujer insatisfecha en cierto modo pero fiel y contenta de la vida que lleva; es una mujer brillante, inteligente y sagaz, y es completamente activa y crucial en la resolución de la trama. (Se viene algun spoiler) Es ella quien se da cuenta en el autobús de que el hombre más que intentar conocer y entablar una conversación con James Stewart, lo que está haciendo es interrogarle, es ella quien desconfía del matrimonio Drayton y es ella quien descubre la capilla, y muchas más cosas.
Por ende del subtexto podríamos sacar que es injusto que ella haya tenido que renunciar a su vocación y carrera profesional, a su autorealización como individuo, mientras él a sobrepuesto su carrera de doctor con orgullo.
Y también como ya he dicho, describe y en cierto modo ensalza esos valores tradicionales americanos, tan ligados a la familia y a la estabilidad.
Tremenda película, increíble que sea de los años 50, se siente muy moderna igual que todo el cine del director, es impresionante lo bueno que es dirigiendo y como guionista, siempre los aspectos técnicos de sus obras son inmejorables. Poco más que decir, es una película del jodido maestro Alfred Hitchcock, hay que verla y punto.