James Cagney se rompió una costilla durante la escena del baile, pero siguió bailando hasta que terminaron de rodar la secuencia.
James Cagney fue el primer actor en ganar el Oscar a Mejor actor por un papel musical.
El coreógrafo Johnny Boyle se rompió el tobillo ensayando el número de apertura de la película. Este accidente truncó el resto de su carrera.
El filme está incluido en el libro "1001 películas que debes ver antes de morir" de Steven Schneider.