Marcel Ophüls llevó a cabo este documental acerca de Klaus Barbie, un criminal de guerra nazi, en 1988. El director se remontó hasta la infancia de Klaus, una etapa de cierta candidez e inocencia a la que le siguió su etapa de formación con la Gestapo, a la que sirvió en Lyon (Francia), y donde, al parecer, mostró "buenas dotes" para la tortura.
El filme sigue las cuatro décadas que van entre el final de la Segunda Guerra Mundial hasta su posterior deportación a Bolivia para ser juzgado ante un tribunal internacional por crímenes contra la humanidad. También se cuenta con varias entrevistas realizadas a detractores y defensores de Klaus Barbie que llegaron a participar en su juicio, desde periodistas a exagentes de los cuerpos de contrainteligencia pasando por investigadores independientes especializados en los crímenes de guerra nazis y por el abogado defensor del exmiembro de la Gestapo.