Tras una carrera cinematográfica corta pero importantisima para la historia del séptimo arte, Friedrich Wilhelm Murnau en 1931 dirige su última película debido a un fatídico accidente automovilístico mortal una semana antes del estreno de la misma.
En esta principalmente Murnau iba a rodarla junto con Robert Flahert, otro cineasta y documentalista importantisimo del cine mudo y sobre todo el género documental. Pero al final Murnau se hizo con el dominio absoluto de la dirección de la cinta.
Em este último largometraje el cineasta alemán crea otra obra maestra la cual es completamente diferente a su estilo, ya que gira más a un estilo visual naturalista y poético, no gótico y sombrío como el de costumbre.
Pese a no estar el apellido de Flaherty entre los realizadores de la película, si que tiene una cosa muy de su estilo. Y es el hecho de grabar la cinta en las propias islas Bora Bora y sin actores profesionales. Un recurso muy utilizado posteriormente en el neorrealismo italiano, y que fue impulsado por Robert Flaherty y utilizado ahora con esta película por Murnau.
El film es.una profunda reflexión sobre el amor, sobre todo el imposible, y sobre el choque de tradiciones indígenas e influencias coloniales occidentales.
Murnau logra captar la belleza de lo natural como por lo menos yo nunca había visto en una película muda, y todo ello con un uso muy minimalista del diálogo (sin rótulos como tal) y pura narrativa visual.
Aparte en términos de innovación Murnau logra llegar a romper junto al ya muy nombrado Robert Flaherty, las barreras entre la ficción y el documental.
Tras esa belleza visual el creador de "Nosferatu" oculta una lucha a las restricciones sociales y una alabanza al deseo.
La trama narra la historia de un joven perteneciente a una tribu indígena en Bora Bora, que se enamora de otra joven de la misma tribu.
Los ancianos y superiores de la tribu otorgan a la joven el papel de "santa", por lo que la declaran como tabú, y ningún hombre podrá tocarla bajo pena de muerte a ambos.
Luego de captar con en el cine mudo lo aterrador con su cine oscuro, Murnau hace mediante la misma vía y como su última película una poesía visual de la belleza y de lo natural.