Crítica de SensaCine.com para Vaya par de idiotas: Entre bolos y Amish

Los hermanos Bobby y Peter Farrelly continuaron el éxito logrado con 'Dos tontos muy tontos' (1994) con una nueva comedia desinhibida y protagonizada por un par de hombres que no quedarían exactamente campeones en un concurso de inteligencia. Sin embargo, 'Vaya par de idiotas' no debe ser considerada como una secuela de su primer film, pues aunque mantenga la combinación de humor grosero y escatológico desde un punto de vista empático hacia la inadaptación de sus personajes, presenta una mayor ambición argumental al hablar sobre el fracaso y las oportunidades perdidas.

Woody Harrelson, portentoso en su registro cómico, interpreta a una futura leyenda de los bolos cuya carrera quedó truncada justo antes de comenzar debido a que una banda de matones le amputó una mano. Convertido en un perdedor absoluto y arruinado, ve una salida al encontrar a un hombre de credo Amish (Randy Quaid) con buen juego y hacer de él un profesional. Es también la oportunidad de ajustar cuentas con su eterno rival, interpretado por Bill Murray en uno de los mejores papeles secundarios de su carrera.

A favor: La aparición de Chris Elliott para hacer una parodia de 'Una proposición indecente' con el propio Woody Harrelson, protagonista de aquélla.

En contra: Los habituales bajones de irregularidad de las películas de los Farrelly.