el único fallo es la música ratonera pero lo demás es Excelente: la fotografía, los colores, la actuación, la poesía y el simbolismo de muchas imágenes y gestos. Una de las pocas obras que se han atrevido con llevar la Biblia a la gran pantalla y no han caído en la ñoñería o en la ridiculez.
Una obra seria y artísticamente impecable (quitando la música).