Mejores críticasÚltimas críticasUsuarios que han publicado más críticasUsuarios con más seguidores
Filtrar por:
Todas
Adrianrom 1977
1.424 usuarios
552 críticas
Sigue sus publicaciones
5,0
Publicada el 5 de enero de 2025
El gran consagrado ya por aquél entonces Martin Scorsese estaba teniendo una década en los ochenta extraordinaria, con películas como "Raging Bull", "The King of Comedy" o "After Hours" consecutivamente, y colaborando con actores de la talla del gran Paul Newman en "The Color of the Money". En 1988 y una año después de dirigir el videoclip de "Bad" del mismísimo rey del pop Michael Jackson, Scorsese, el cual siempre fue católico y se preparó para ser cura, decide explorar su fe en una película que aborda la vida de Jesucristo, pero con una perspectiva totalmente humana, por lo que explora también las luchas internas entre la misión divina de Jesús y sus deseos terrenales. Scorsese presenta a Jesús (mediante la sublime interpretación de Willem Dafoe) como un hombre atormentado por la duda, el amor, el miedo, el dolor y que a su vez anhela paz y una vida normal. El film se convirtió en no sólo la película más polémica y controversial de Scorsese, si no que es recordada coml de los mayores escándalos cinematográficos en la historia del cine. Obviamente el tema principal que presenta Scorsese es la tentación de Jesús de creae una familia y vivir una vida sencilla, dejando atrás su camino divino y su sacrificio por Dios. Interpretativamente la cinta es extraordinaria, tanto por Willem Dafoe en el papel de Jesús de Nazaret, en el que logra una de las mejores interpretaciones de su carrera, como Harvey Keitel en el papel de Judas. La dirección de Scorsese vuelve ha ser clave en esta película, dando su enfoque de una manera audaz, y alejándose por completo de las narrativas tradicionales. La fotografía es impresionante, dejándonos con planos y secuencias sumamente artística y de una composición perfecta. Por último quiero destacar la maravillosa banda sonora de Peter Gabriel, la cual combina la música tradicional de Oriente, con nuevos ritmos contemporáneos. La trama narra la historia de Jesús (Willem Dafoe), un carpintero de Nazaret el cual desde un tiempo escucha la llamada de Dios, por lo que él y su amigo Judas (Harvey Keitel) irán en busca de la misma, aunque siempre con la duda de llevar una vida sencilla. Obra maestra controversial la de Scorsese, y completamente distinta a lo que había hecho hasta ese entonces.
El objetivo de la película es un estudio de la naturaleza humana de Jesucristo y a su vez, la reflexión interna del personaje, interpretado por Willem Dafoe. Realmente eso eso es lo realmente interesante de película, que está muy bien hecho. En ningún caso está película está en contra de las creencias cristianas, simplemente las exolora desde una perspectiva distinta para aportar matices únicos. Por lo demás, la película está muy bien narrada pero nuevamente no hay dinero para poder hacer muchísimo más.
El maestro neoyorquino nos regala una obra mayor con todos los ingredientes para convertirse en un filme de referencia. Basada en la novela homónima de Nikos Kazantzakis, en cada nuevo visionado aparecen con más claridad matices y reflexiones sobre una figura central en la creación mitológica y sagrada ligada a Occidente: Jesús de Nazaret, Dios revelado y encarnado en la figura de un hombre asediado por el temor, la culpa, el miedo, la ambigüedad moral y el odio, que poco a poco irá descubriendo los cambiantes planes del Padre, aceptando con resignación el camino marcado, su muerte redentora libremente asumida, para concluir con el enfrentamiento cara a cara con su última tentación: la de vivir, sentir, amar y comportarse como un ser humano más. Sin poner en cuestión la filiación divina del Cristo con el Creador, sí toma partido por la teoría adopcionista en una conveniente y sensata aproximación al misterio espiritual que supone todo acceso al círculo sagrado, como vía de conocimiento y comportamiento de rectitud moral, en un tiempo donde proliferaban como hongos profetas de toda ralea, instituciones religiosas vinculadas a privilegios políticos y un descontento popular manifestado en continuas revueltas de carácter hiperviolento. El reino de Dios está dentro de uno mismo. Hacha y amor, iluminación y comunismo primigenio, contradicciones implícitas en la reconvención de Jesús a una conciencia colectiva que no supo comprenderle hasta que Pablo, el fabulador, logró suavizar una doctrina originariamente subversiva, sin olvidar la sugestiva idea consistente en presentar a Judas como un instrumento clave para el cumplimiento del salvífico Plan. Complementa la tesis del teólogo católico E. Schillebeeckx, quien afirma que "El mismo Jesús no sólo revela a Dios sino que también lo oculta, ya que apareció entre nosotros en una humanidad no divina". Extraordinaria.