Debido a que en la naturaleza los osos macho se suelen comer a sus cachorros si pueden, los cineastas prepararon al oso adulto Bart para que no hiciera eso con el cachorro. Para ello, le hicieron jugar durante un tiempo con un oso de peluche del mismo tamaño y color que la de un cachorro. Finalmente, cuando los entrenadores pensaban que ya estaba listo, introdujeron al cachorro con el oso y su reacción fue muy cariñosa.