Crítica de SensaCine.com para Aquellas juergas universitarias: La eterna juventud

Aunque la comedia norteamericana de la última década ha tratado obsesivamente el tema de los adultos incapaces de dejar atrás su adolescencia, pocos lo han convertido en el eje central de su filmografía como lo ha hecho Todd Phillips. 'Viaje de pirados' ya era una exaltación de la vida como estudiante irresponsable, pero Phillips alcanzó la fama mundial con sus películas de 'Resacón en Las Vegas', en la que tres hombres adultos y aparentemente responsables viven una noche de desenfreno etílico (entre otras cosas) que finalmente son incapaces de recordar. La primera entrega de la serie es algo así como una obra maestra de la comedia de nuestro tiempo, una cumbre y un final a una manera de entender la comedia.

Antes de esa, Phillips rodó 'Aquellas juergas universitarias', otro fantástico ejemplo de este tipo de películas humorísticas. Una cinta que gira alrededor de tres treintañeros perfectamente establecidos que por un problema burocrático deben regresar a la universidad para terminar unas asignaturas que tienen pendientes. Así, el film trata sobre la recuperación de los años universitarios, el redescubrimiento de la irresponsabilidad y la fiesta como objetivo vital. Poder volver a ser joven con toda la experiencia vivida.

La película es una sucesión de fiestas y celebraciones etílicas que llevan hasta la humillación a los protagonistas. Pero poco importa, pues para ellos la universidad y ese estilo de vida es una liberación ante el mundo de responsabilidades. De la mano de tres grandes cómicos como Will Ferrell, Luke Wilson y Vince Vaughn, la película sirve como una especie de canto generacional, una manera de entender la comedia por parte de un grupo de comediantes irrepetible.

A favor: La química del trío protagonista.

En contra: Que pienses que el cine debe ser un transmisor de conductas responsables y cívicas.